miércoles, 18 de octubre de 2006

La Avellana

(Avellana | Corylus avellana L.)

El avellano común (Corylus avellana), es un gran arbusto caducifolio perteneciente a la familia Betulaceae (Corylaceae). La especie autóctona es originaria de Europa, llegando hasta Asia Menor, la zona del Cáucaso y el norte de África. Ya en la prehistoria, este arbusto cubría grandes bosques en toda Asia Menor, pero fueron los turcos los primeros en iniciar su explotación y así su cultivo se extendió por otras partes bajo la influencia del Imperio Romano.

El avellano es un arbusto o árbol pequeño de crecimiento rápido que puede alcanzar hasta 6 metros de altura. Se puede encontrar disperso o formando grupos no muy extensos en zonas umbrías de bosques con suelos frescos ricos en nutrientes.

Es una especie monoica, con flores masculinas y flores femeninas en la misma planta. Las flores masculinas, que aparece el otoño anterior, se agrupan en amentos colgantes amarillentos, alargados y agrupados en pequeños racimos. Las flores femeninas surgen ya en invierno. Son pequeñas, formando como unas yemas foliares pero con unos pelillos rojos, siendo dos por cada flor. La polinización es cruzada entre pies diferentes. En la maduración de las flores femeninas se forman grupos de nueces redondeadas rodeadas de un par de involucros carnosos, deshilachados en la base de cada avellana.

Las hojas son alternas, de 5-10cm de largo y 4-9cm de ancho, redondeadas, aunque puntiagudas y con escotadura en la base, con bordes sinuosos aserrados desigualmente. El haz es glabro, verde oscuro i envés con pelos en las nerviaciones.

El fruto que se obtiene es la avellana, una pequeña nuez comestible de unos 2 cm de diámetro con forma redondeada y apiculada. Durante el verano se realiza la recolección de la avellana, cuando el involucro cambia de color y empieza a marchitarse. Tras la recolección, se ponen a secar las avellanas hasta que se desprende la cúpula foliar. A continuación, se retira el involucro para dejarla secar otra vez. Después se retira la cáscara y se mide el calibre, clasificándose en tres estándares de calidad: extra, categoría I y categoría II.

Existen diferentes variedades de avellana en el mundo, siendo la más importante la europea o Corylus Avellana L. En la actualidad, los principales países productores de avellanas son Turquía, Italia, España, Estados Unidos y Francia.

Composición:
La avellana posee un alto valor nutricional con unos contenidos promedio alrededor del 16% de proteínas, 62% de aceites insaturados, 7% de carbohidratos y 6% de fibra. Además, contiene significativos niveles de aminoácidos (ácido glutámico, arginina, ácido aspártico) y sales minerales de calcio, fósforo, magnesio y potasio.

Su característica principal es su alta proporción en ácidos grasos monoinsaturados. Su aporte calórico es muy elevado: 650 kcal. por cada 100 gr. de producto. También es importante destacar la presencia de vitaminas, sobretodo de vitamina E.
En la composición de ácidos grasos es muy destacable la proporción de ácido oleico que puede alcanzar el 85%. También encontramos ácido linoleico, palmítico, esteárico y hasta un total de 16 ácidos grasos identificados. Comparado con otros aceites vegetales, el aceite de avellanas es el que contiene la mayor proporción de ácido oleico. Además presenta una baja proporción de ácidos grasos saturados (<10%),>

Su fracción insaponificable suele representar un 0,2% en este aceite. Se ha visto que de los tocoferoles encontrados (α, β, δ, γ) en el aceite de avellana, el α-tocoferol puede llegar a representar un 88% del total. Es por esta razón que el aceite de avellanas es uno de los aceites vegetales con mayor contenido en vitamina E, solamente superado por el aceite de girasol.

Propiedades:
El Aceite de Avellanas virgen se obtiene de la primera presión en frío de los frutos de Corylus avellana L.. Es un aceite de un agradable aroma y ligeramente astringente. Posee un tacto muy fluido y su color es amarillo-oro.

Las avellanas se usan principalmente en alimentación ya sean frescas, tostadas, saladas o formando parte de productos elaborados como chocolates, turrones, pasteles, helados y también salsas.

El aceite de avellanas también se usa en alimentación. Su principal utilización está reivindicada como fuente de antioxidantes naturales y ácidos grasos monoinsaturados (especialmente oleico), que lo hacen útil en dietas para reducir el riesgo cardiovascular.

A parte de la alimentación el aceite de avellanas también es utilizado en el campo cosmético en la elaboración de jabones, mascarillas, aceites para masajes, cremas, lociones y productos de cuidado capilar. Sus principales propiedades cosméticas son:

Aceite 100% natural que presenta un alto grado de miscibilidad con otros aceites vegetales.
Es un buen vehículo para aceites esenciales, como es en el caso de la aromaterapia.
Su fluidez y composición rica en ácidos grasos monoinsaturados le confieren una fácil absorción y difusión en la epidermis, por lo que no deja la superficie grasa tras la aplicación. Gracias a esta remarcable capacidad de penetración es muy recomendable como aceite de masaje.
Su riqueza en ácidos grasos insaturados (aproximadamente el 90%) y la presencia de fosfolípidos le convierten en un buen emoliente e hidratante para la piel. La buena incorporación que produce le confiere flexibilidad y elasticidad a la piel, por lo que es adecuado para proteger las zonas más secas y sensibles del cuerpo.
Por sus cualidades de difusión y penetración es útil como vector para vehiculizar activos liposolubles.
Su alto contenido natural en vitamina E permite a este aceite retrasar el proceso de oxidación. También es importante destacar que casi el 90% de los ácidos grasos insaturados son monoinsaturados, lo que conlleva una menor oxidación del aceite.

Resultados cosméticos:
El aceite de avellana ayuda a mantener la elasticidad y firmeza de la piel debido a su natural efecto astringente. Es un aceite muy indicado para masaje dadas sus propiedades de penetración y composición química. Se ha demostrado también que ayuda a fortalecer los capilares y favorece la regeneración celular.

Resumiendo sus principales propiedades a nivel cosmético el aceite de avellanas actúa como:
Emoliente e hidratante
Antioxidante
Astringente
Reafirmante
Regenerador cutáneo

Marta Estebanell Pineda
Lda. en Química y en C. T. Alimentación
Responsable Técnico, Alqvimia

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