lunes, 1 de mayo de 2006

El Jazmín

(Jazmín | Jasminum officinale)

Aunque el origen del jazmín es árabe, pronto fue extendido por Europa y en un principio recibió el nombre de ‘yasmyn’ que puede significar flores blancas. En términos botánicos, la planta es clasificada como un arbusto perennifolio de la familia de las oleáceas, puede crecer hasta 10m. de altura y posee delicadas y brillantes hojas verdes y flores blancas en forma de estrella extraordinariamente fragantes.

El jazmín comprende unas 200 especies, que se dividen principalmente en arbustos y trepadoras. La principal característica son sus hojas unifoladas, trifoliadas o imparipinnadas. Asimismo, se le identifica por sus flores, que son bisexuales y, normalmente de color blanco o amarillo. Su cáliz es acampanado, con una media de cuatro a nueve lóbulos, y su androceo posee dos estambres insertados en el tubo de la corola.

A pesar de la gran variedad, hay algunos jazmines que son más conocidos y empleados. El primero de ellos es el ‘Jasminum humile’, de origen italiano, que posee las flores amarillas y en racimos, con cáliz de pequeños dientes y con los lóbulos redondeados. El ‘Jasminum Sambac’, nativo de la India, es de carácter trepador y tiene las flores dobles, dispuestas en racimos y de color blanco. Seguidamente se encuentran los denominados ‘Jasminum nitidum’ y ‘Jasminum azoricum’, también trepadores de flores blancas y originarios de la India. También existe el ‘Jasminum nudiflorum’ de origen chino y que resulta un arbusto abierto con ramas alargadas y colgantes que pueden alcanzar hasta tres metros de altura. Su corola es de tres centímetros de diámetro y de color amarillo, con seis lóbulos. Este último, junto con el ‘Jasminum mesnyi’, son denominados los Jazmines de invierno. Finalmente, resulta esencial el mencionar al jazmín común, el ‘Jasminum officinale’, arbusto trepador y caducifolio que puede llegar a alcanzar los 10 metros de altura y cuyas flores blancas se caracterizan por tener un gran aroma.




Composición:
Existen más de 100 componentes, entre ellos destacan bencil acetato, linalol, indol ácido fenilacetílico, alcohol de bencilo, farnesol, metil antranilato, cis-jasmono, metil jasmonato, entre otros.

Mediante la extracción con solventes de las flores del jazmín se obtiene un concreto; el absoluto se extrae por separación con alcohol a partir del concreto, es un líquido viscoso naranja oscuro con un olor intenso, rico, cálido y floral con una nota baja como de té. Combina bien con los aceites de rosa, sándalo, salvia romana y todos los de cítricos, tiene la capacidad de suavizar cualquier nota áspera y de combinar casi con todos. El aceite esencial se obtiene por destilación del absoluto al vapor.

Un dato a destacar es que son necesarios setecientos cincuenta kilos de flores para lograr un solo kilo de absoluto de jazmín lo que define su valor y elevado coste.

El concreto se produce en Italia, Francia, Marruecos, Egipto, China, Japón, Argelia y Turquía; el absoluto principalmente en Francia.

Propiedades:
Sin duda, como valores más apreciados del jazmín destacan la belleza de su flor y su aroma, por lo que es utilizado en cosmética para la fabricación de múltiples perfumes, sobretodo las variedades denominadas ‘Jasminum officinale’ y el ‘Samac’. Aunque tal y como se ha comentado existen otros tipos de jazmín, la mayoría de ellos tienen la flor blanca exceptuando algunas especies en qué su color es amarillo.

El aroma del jazmín se define por los especialistas como foral, cálido, dulce, especiado, frutal o licorado, exótico, persistente y exquisito de intensidad alta. Precisamente por esta rica variedad de sensaciones olfativas que es capaz de producir el jazmín está íntimamente ligado al mundo de la perfumería, donde es la flor blanca más utilizada. Ha dado origen a perfumes clásicos como son Nº 5 de Chanel, Joy de Patou, Flor de Flores de Nina Ricci entre otros.

La floración del jazmín se produce desde agosto hasta octubre y su producción es imprescindible para la elaboración de perfumes. Las flores son recolectadas una a una y, al igual que la Rosa, se recoge al amanecer para que los rayos del sol no deterioren su calidad y disminuyan el rendimiento en la extracción de los principios activos y notas olfativas.

A pesar que la característica más destacada del jazmín es su aroma y su empleo en perfumería, también tiene un destacable valor decorativo en jardines y parques. Además, las especies trepadoras son muy útiles con el fin de cubrir y adornar vallas o muros, ya que, especialmente en verano, cuando se produce la floración, este arbusto proporciona un aspecto alegre y bello. Esta es la razón por la cual el jazmín se encuentra en muchos espacios verdes de nuestro alrededor y su embriagador e inconfundible aroma lo hace fácilmente reconocible. No obstante, conviene saber que el jazmín es una planta que requiere de un gran cuidado y éste debe ser diario; su crecimiento debe ser controlado ya que es muy rápido y puede superar las expectativas de quien lo cultive; para evitarlo, conviene podarlo regularmente y también hay que tener en cuenta que, aunque suele crecer en ambientes sombreados, necesita de la luz solar para la óptima floración. En lo que refiere al tipo de suelo no tiene que ser especial, pero nunca debe estar excesivamente seco o drenar mal.

Otros usos del jazmín a destacar son su empleo frecuente como ambientador y ahuyentador de mosquitos. Por otro lado, las infusiones realizadas con la flor resultan un gran remedio para el tratamiento de las afecciones a nivel ocular por su efecto calmante y antiséptico.

Resultados cosméticos:
Además de las evidentes cualidades de la esencia de la flor del jazmín para la creación de un perfume - está presente en mayor o menor concentración en casi todas las fragancias - , desde el punto de vista cosmético destacan sus propiedades como:
revitalizante
rehidratante
regenerador

De este modo en el ámbito de la cosmética y belleza natural se recomienda el aceite de jazmín para distintos propósitos:
Tratamiento de pieles secas, irritadas y sensibles, en especial por su capacidad de mantener un óptimo contenido hídrico.
Tratamiento de las pieles grasas por su efecto equilibrador de la secreción sebácea.
Tratamiento reductor de manchas cutáneas y regenerador cicatrices, al que se une el placentero aroma natural que ofrece el jazmín capaz de mejorar el estado de ánimo.
Tónico y revitalizante.
Acción vigorizante y reductora de tensiones, muy adecuado para la relajación muscular, lo que explica que el jazmín sea tan utilizado en sesiones de masaje o aromaterapia.
Perfume natural el cual, al igual que la rosa, se le atribuyen propiedades afrodisíacas obedeciendo al uso de la flor utilizada en su forma más pura, capaz de crear un verdadero ambiente de relajación estimulante de los sentidos.

Si se conoce a la Rosa como la ‘Reina de las Flores’, podemos considerar al Jazmín como el ‘Rey’.

Marta Estebanell Pineda
Lda. en Química y en C. T. Alimentación
Responsable Técnico, Alqvimia

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